sábado, 19 de junio de 2010
gobierno electronico
el gobierno electronico es una aplicacion donde se utiliza la tecnologia de la informacion y comunicacion
domingo, 4 de abril de 2010
gobierno electronico
¿Qué es gobierno electrónico?
Se puede considerar que el gobierno electrónico es el uso de las de la información y comunicación (TICs) para proveer servicios gubernamentales independientes del tiempo, distancia y complejidad organizacional al mismo tiempo, incrementando la transparencia, eficiencia, efectividad y los niveles de acceso del público a dichos servicios.
En general el gobierno electrónico se refiere a incorporar las TICs en la interacción gobierno-gobierno y gobierno-ciudadanía.
Cuando hablamos de TICs nos referimos al “conjunto de actividades de investigación, desarrollo, fabricación, integración, instalación, comercialización y mantenimiento de componentes, subconjuntos, productos y sistemas físicos y lógicos, fundamentados en la tecnología electrónica, así como la explotación de servicios basados en dichas tecnologías, la producción y difusión de contenidos soportados electrónicamente y las aplicaciones de Internet”.
La WWW (World Wide Web) ha sido la herramienta que ha permitido la masificación del Internet debido a su fácil uso y formato amigable, así como por su capacidad de hacer casi real la virtualidad. La red de redes Internet, desde su origen con el nombre de ARPANET a fines de los años 60, era una red a la que estaban conectados, casi exclusivamente, ordenadores de investigadores, científicos, profesores universitarios y grupos militares. El Gobierno Electrónico no es más que la consecuencia lógica de esta expansión vertiginosa del uso del Internet. En el año 1998, 150 millones de personas tenían acceso a Internet, (3,7% de la población mundial), pasando a más de 400 millones en noviembre de 2000 (6,7%), casi 550 millones en febrero de 2002 (8,96%). Las previsiones más conservadoras apuntan a 1.500 millones de usuarios en torno al 2007.
Las Compañías han estado explorando por un largo tiempo las crecientes capacidades de las TICs en aras de satisfacer a los clientes. Hoy en día, la gente sabe qué tan fácil es hacer negocios en el Internet y, por lo tanto, demandan el mismo nivel de servicios que reciben del sector privado, pero en esta ocasión por parte del gobierno.
A pesar de que puede verse como un fenómeno aislado, fruto del auge de las telecomunicaciones, lo cierto es que el Gobierno Electrónico es parte de un proceso mucho más amplio de cambio social, caracterizado por la globalización de los mercados, el énfasis en la competitividad, y la transición de una sociedad basada en la producción de bienes, hacia una sociedad basada en la información y el conocimiento. Como parte de ese fenómeno, el Gobierno Electrónico no puede ser considerado sólo como una aspiración de dar la impresión de modernidad, por parte de los especialistas gubernamentales, sino que se constituye en un eje permanente y catalítico de las posibilidades de desarrollo económico y social de nuestros pueblos.
El Gobierno Electrónico surge como parte de un movimiento integral de Reforma del Estado. De hecho, el primer Informe Gore se puede considerar como uno de los primeros manifiestos a favor de la incorporación del Gobierno Electrónico, cuando se afirma “En el futuro, el concepto de Gobierno Electrónico puede ir más allá de transferir dinero y otros beneficios a través del uso de tarjetas de plástico inteligentes. Con una tarjeta chip, los participantes podrían recibir beneficios de asistencia pública, inscripción en cursos de formación, recepción de servicios para veteranos, o pagos por cuidados de día. La tarjeta contendría información sobre la situación económica de los participantes y, separadamente, rastrearía las cuentas de beneficios, minimizando el fraude. El Gobierno Electrónico será más justo, más seguro, más responsable ante el cliente, y más eficiente que nuestros sistemas actuales basados en papel”.
El Gobierno Electrónico no es un fenómeno aislado, sino que debe considerarse como un paso más allá en el proceso de reformas de la gestión pública propuesto por el movimiento conocido como “Nueva Gestión Pública” (New Public Management), también llamado de “Reinvención del Gobierno” (Reinventing Government). Las políticas de reforma de la Nueva Gestión Pública no se circunscriben al Gobierno Electrónico. De hecho, la parte de Gobierno Electrónico es sólo un accesorio, pues el centro de la reforma es ocupado con temas como la planificación presupuestaria por resultados, la evaluación del desempeño y la flexibilidad administrativa a cambio de efectiva y permanente rendición de cuentas. En este sentido, lo que haría el Gobierno Electrónico es permitir la operacionalización en la práctica de tales transformaciones. Un objetivo fundamental de sistemas públicos de información y del Gobierno Electrónico, será, pues, sostener efectivamente la misión del gobierno y apoyar los programas que el cuerpo de funcionarios públicos viene implementando. Este cambio de la cultura para la administración pública viene caracterizada por ofrecer de manera continua la mayor variedad de canales posibles que puedan estar a disposición de los ciudadanos. De la misma manera, el cambio de cultura implica reorientar la planificación y modificar los mecanismos de implementación del quehacer gubernamental desde un enfoque hacia lo interno hacia un enfoque hacia el ciudadano, que se convierte en una especie de cliente.
La creación de un sistema de información lo suficientemente amplio y efectivo que pueda merecer el nombre de Gobierno Electrónico debe reconocer no sólo que brinda un servicio a la ciudadanía, sino que es depositaria de un tesoro público, que es el “tesoro de información”.
Gobierno electrónico no es sólo contar con websites de las distintas instituciones gubernamentales. Tampoco se limita a que se pueda renovar la licencia de conducir a través del Internet.
El Gobierno Electrónico es una acción conjunta entre todos los actores públicos involucrados para hacer más democrática una sociedad. Es una toma de conciencia de los funcionarios públicos de que la rendición de cuentas a la ciudadanía es una obligación legal y ética, y no pretensiones infundadas de la prensa o las ONGs. El desarrollo de proyectos de Gobierno Electrónico es ante todo una cuestión política, un crisol de voluntades, prioridades de actuación y capacidad de liderazgo, más que una cuestión meramente técnica. Gobierno electrónico no significa dotar de computadoras a las distintas dependencias para que los permisos y documentos que solicita la ciudadanía provengan de una impresora láser, sino que el propio gobierno analice si dichos permisos y documentos son siquiera útiles y sirven a una finalidad racional. En resumen, gobierno electrónico es tener en cuenta menos lo electrónico y más lo gubernamental.
Se puede considerar que el gobierno electrónico es el uso de las de la información y comunicación (TICs) para proveer servicios gubernamentales independientes del tiempo, distancia y complejidad organizacional al mismo tiempo, incrementando la transparencia, eficiencia, efectividad y los niveles de acceso del público a dichos servicios.
En general el gobierno electrónico se refiere a incorporar las TICs en la interacción gobierno-gobierno y gobierno-ciudadanía.
Cuando hablamos de TICs nos referimos al “conjunto de actividades de investigación, desarrollo, fabricación, integración, instalación, comercialización y mantenimiento de componentes, subconjuntos, productos y sistemas físicos y lógicos, fundamentados en la tecnología electrónica, así como la explotación de servicios basados en dichas tecnologías, la producción y difusión de contenidos soportados electrónicamente y las aplicaciones de Internet”.
La WWW (World Wide Web) ha sido la herramienta que ha permitido la masificación del Internet debido a su fácil uso y formato amigable, así como por su capacidad de hacer casi real la virtualidad. La red de redes Internet, desde su origen con el nombre de ARPANET a fines de los años 60, era una red a la que estaban conectados, casi exclusivamente, ordenadores de investigadores, científicos, profesores universitarios y grupos militares. El Gobierno Electrónico no es más que la consecuencia lógica de esta expansión vertiginosa del uso del Internet. En el año 1998, 150 millones de personas tenían acceso a Internet, (3,7% de la población mundial), pasando a más de 400 millones en noviembre de 2000 (6,7%), casi 550 millones en febrero de 2002 (8,96%). Las previsiones más conservadoras apuntan a 1.500 millones de usuarios en torno al 2007.
Las Compañías han estado explorando por un largo tiempo las crecientes capacidades de las TICs en aras de satisfacer a los clientes. Hoy en día, la gente sabe qué tan fácil es hacer negocios en el Internet y, por lo tanto, demandan el mismo nivel de servicios que reciben del sector privado, pero en esta ocasión por parte del gobierno.
A pesar de que puede verse como un fenómeno aislado, fruto del auge de las telecomunicaciones, lo cierto es que el Gobierno Electrónico es parte de un proceso mucho más amplio de cambio social, caracterizado por la globalización de los mercados, el énfasis en la competitividad, y la transición de una sociedad basada en la producción de bienes, hacia una sociedad basada en la información y el conocimiento. Como parte de ese fenómeno, el Gobierno Electrónico no puede ser considerado sólo como una aspiración de dar la impresión de modernidad, por parte de los especialistas gubernamentales, sino que se constituye en un eje permanente y catalítico de las posibilidades de desarrollo económico y social de nuestros pueblos.
El Gobierno Electrónico surge como parte de un movimiento integral de Reforma del Estado. De hecho, el primer Informe Gore se puede considerar como uno de los primeros manifiestos a favor de la incorporación del Gobierno Electrónico, cuando se afirma “En el futuro, el concepto de Gobierno Electrónico puede ir más allá de transferir dinero y otros beneficios a través del uso de tarjetas de plástico inteligentes. Con una tarjeta chip, los participantes podrían recibir beneficios de asistencia pública, inscripción en cursos de formación, recepción de servicios para veteranos, o pagos por cuidados de día. La tarjeta contendría información sobre la situación económica de los participantes y, separadamente, rastrearía las cuentas de beneficios, minimizando el fraude. El Gobierno Electrónico será más justo, más seguro, más responsable ante el cliente, y más eficiente que nuestros sistemas actuales basados en papel”.
El Gobierno Electrónico no es un fenómeno aislado, sino que debe considerarse como un paso más allá en el proceso de reformas de la gestión pública propuesto por el movimiento conocido como “Nueva Gestión Pública” (New Public Management), también llamado de “Reinvención del Gobierno” (Reinventing Government). Las políticas de reforma de la Nueva Gestión Pública no se circunscriben al Gobierno Electrónico. De hecho, la parte de Gobierno Electrónico es sólo un accesorio, pues el centro de la reforma es ocupado con temas como la planificación presupuestaria por resultados, la evaluación del desempeño y la flexibilidad administrativa a cambio de efectiva y permanente rendición de cuentas. En este sentido, lo que haría el Gobierno Electrónico es permitir la operacionalización en la práctica de tales transformaciones. Un objetivo fundamental de sistemas públicos de información y del Gobierno Electrónico, será, pues, sostener efectivamente la misión del gobierno y apoyar los programas que el cuerpo de funcionarios públicos viene implementando. Este cambio de la cultura para la administración pública viene caracterizada por ofrecer de manera continua la mayor variedad de canales posibles que puedan estar a disposición de los ciudadanos. De la misma manera, el cambio de cultura implica reorientar la planificación y modificar los mecanismos de implementación del quehacer gubernamental desde un enfoque hacia lo interno hacia un enfoque hacia el ciudadano, que se convierte en una especie de cliente.
La creación de un sistema de información lo suficientemente amplio y efectivo que pueda merecer el nombre de Gobierno Electrónico debe reconocer no sólo que brinda un servicio a la ciudadanía, sino que es depositaria de un tesoro público, que es el “tesoro de información”.
Gobierno electrónico no es sólo contar con websites de las distintas instituciones gubernamentales. Tampoco se limita a que se pueda renovar la licencia de conducir a través del Internet.
El Gobierno Electrónico es una acción conjunta entre todos los actores públicos involucrados para hacer más democrática una sociedad. Es una toma de conciencia de los funcionarios públicos de que la rendición de cuentas a la ciudadanía es una obligación legal y ética, y no pretensiones infundadas de la prensa o las ONGs. El desarrollo de proyectos de Gobierno Electrónico es ante todo una cuestión política, un crisol de voluntades, prioridades de actuación y capacidad de liderazgo, más que una cuestión meramente técnica. Gobierno electrónico no significa dotar de computadoras a las distintas dependencias para que los permisos y documentos que solicita la ciudadanía provengan de una impresora láser, sino que el propio gobierno analice si dichos permisos y documentos son siquiera útiles y sirven a una finalidad racional. En resumen, gobierno electrónico es tener en cuenta menos lo electrónico y más lo gubernamental.
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